Los datos oficiales publicados hoy por el gobierno indio confirman un hito histórico: India ha superado a Japón para convertirse en la cuarta economía más grande del mundo en términos de PIB nominal. El crecimiento del Producto Interior Bruto de India se situó en un robusto 7.2% en el último año fiscal, impulsado por un fuerte consumo interno, una manufactura en expansión y unas sustanciales inversiones en infraestructuras. Se estima que el PIB nominal indio ha alcanzado los 4.9 billones de dólares, superando ligeramente al japonés.
Este logro es el resultado de una década de crecimiento sostenido y reformas estructurales que han integrado aún más a la economía india en las cadenas de suministro globales. El sector tecnológico y de servicios digitales continúa siendo un motor clave, pero es el resurgimiento del sector manufacturero, beneficiado por las estrategias de "China +1" de las multinacionales, el que está proporcionando el mayor impulso. El gobierno del primer ministro Narendra Modi ha calificado el hecho de "un momento decisivo para la nación".
Los desafíos, sin embargo, persisten. Los economistas advierten que India debe abordar urgentemente el alto desempleo juvenil, las desigualdades regionales y la necesidad de una transición energética que no frene su desarrollo. A pesar de estos obstáculos, el ascenso de India refuerza la tendencia de un cambio del poder económico hacia Asia. Se espera que la bolsa india atraiga aún más capital extranjero, y se proyecta que el país se convierta en la tercera economía mundial, por detrás de Estados Unidos y China, antes de que finalice la década.
